Efectos visuales del LSD


Efectos visuales del LSD

La experiencia visual que proporciona el LSD es extensa e intensa. Se trata de uno de los aspectos más evidentes para el usuario y es cuando el mundo comienza a ponerse cabeza abajo y entra en tela de juicio la solidez de lo que antes se entendía como la realidad. La vista resulta ser el sentido más importante a la hora de construir nuestro mundo y cuando se suceden los efectos psicodélicos es cuando comenzamos a dudar de su fiabilidad. La experimentación de un nuevo mundo visual produce un gran asombro y la contemplación se transforma en deleite. Los efectos visuales se intensifican con la dosis y con la música. Para categorizar los distintos tipos de efectos podemos distinguir entre aumentos, distorsiones. Entrarían también como categoría los efectos geométricos y los estados visionaros, de los que nos ocuparemos más adelante.

Aumentos

Agudeza visual: La agudeza visual se define como el aumento de claridad y nitidez en la visión. Esto hace que los detalles visuales del entorno se agudicen hasta el punto en que los bordes de los objetos se perciban como extremadamente enfocados, claros y definidos. Sería como un equivalente a cuando una cámara o lente hace foco en una imagen previamente borrosa. En el nivel más alto, el sujeto puede experimentar la habilidad de observar y comprender en detalle todo lo que sucede en su campo visual de manera simultánea, incluyendo la visión periférica. Bajo la influencia de este efecto es común notar patrones o detalles en el ambiente que nunca antes habían sido vistos o apreciados.


Aumento del color: Podemos definir este efecto como una intensificación del brillo y del color mismo del entorno. Todos los colores ganan una intensidad inusitada. Durante esta experiencia los rojos se perciben “más rojos”, los verdes “más verdes”; y todos los colores aparecerán mucho más distintivos, complejos y visualmente más intensos que como aparecen regularmente durante la experiencia sobria. En su nivel más alto este efecto puede resultar en la percepción de colores que  se interpretan como surreales o aparentemente imposibles. En comparación con otros psicodélicos, este efecto parece ser de carácter más brillante y “radiante”.

Aumento de reconocimiento de patrones: La pareidolia es un fenómeno psicológico común a todos los seres humanos, se trata de la tendencia a identificar patrones, usualmente rostros, a raíz de un vago estímulo. Bajo los efectos del LSD esta capacidad cerebral se intensifica dando lugar a múltiples interpretaciones de las imágenes que se reciben, encontrando caras u objetos fantásticos sobre paisajes o superficies.

Macropsia: La magnificación, exageración visual, o bien dicho macropsia, puede definirse como la percepción de detalles y cercanía de objetos lejanos. Debido a la combinación de los estados alucinatorios y los aumentos visuales los objetos pueden parecer más cerca de lo que están y de mayor tamaño. Esto puede dar la impresión de que uno está observando objetos desde distancias mucho mayores de lo normalmente posible. En niveles altos se puede inducir la percepción de ver objetos distantes como si estuviesen justo en frente del sujeto. Las distancias pueden variar entre algunos centímetros y cientos de metros. Dado que esto parece ser una imposibilidad fisiológica se supone que el estado más alto de macropsia se trata de un estado alucinatorio en el cual el estímulo visual es simulado de manera realista y convincente. Cabe aclarar que este efecto es considerablemente más propenso a ocurrir mientras más se fija la vista durante extensos períodos de tiempo sobre un objeto en particular.


Aumento de cuadros por segundo: Este efecto se define como un incremento en la velocidad en que una persona puede percibir e interpretar los eventos que ocurren. Este efecto produce la impresión de que el entorno se mueve en cámara lenta y que el tiempo se estira. El vuelo de un pájaro, un insecto, o el paso de un auto puede seguirse con la vista y verse con detenimiento en lugar de como la veloz figura borrosa que se percibe regularmente. En términos de intensidad este efecto suele manifestarse sutilmente apenas retardando la percepción visual del movimiento. Sin embargo, en ocasiones, este efecto puede ralentizar la percepción visual del movimiento al punto de casi pausar el tiempo, causando que los eventos parezcan dramáticamente lentos.

Distorsiones

Deriva visual: Dentro de este tipo de distorsiones contemplamos cuatro tipos (derretimiento, respiración, transformaciones, y flujos) y cuatro niveles de intensidad (periférico, directo, distintivo, y abarcativo). Esta experiencia visual puede definirse como la percepción de la textura, la forma y la estructura general de objetos y escenarios como progresivamente derritiéndose, deformándose o mutando sobre sí mismos. Estas alteraciones incrementan gradualmente mientras más se fija la vista sobre algo y regresan a su apariencia normal cuando se dispersa la mirada. El primer nivel de intensidad es el periférico, que puede ser descrito como la ondulación de líneas rectas en el entorno. Esto sucede exclusivamente en la visión periférica de la persona y no se manifiesta en lo que se mira directamente. El segundo nivel es el directo, el cual no aumenta en intensidad pero si puede ser visto directamente, lo que altera la apariencia y forma de los objetos y el ambiente, causando que se deformen sutilmente, se doblen o cambien completamente de forma. En el tercer nivel de intensidad, el distintivo, los efectos pueden llegar a tal punto que objetos específicos o el ambiente cambien drásticamente de forma. Si el sujeto mantiene la vista relativamente quieta este efecto puede volverse tan poderoso que los objetos pueden comenzar a volverse progresivamente irreconocibles. El cuarto nivel de intensidad es aquel que abarca todo. No solo objetos particulares sino cada punto de la visión del sujeto se mueve de diversas maneras y cambia, obteniendo una información visual altamente confusa e irreconocible.
Este tipo de efecto visual depende del cambio específico de ritmo, velocidad y dirección de la distorsión, dando lugar a una variedad de posibles manifestaciones.
Las transformaciones pueden definirse como el estado en que la información visual se percibe completamente desorganizada y espontánea tanto en ritmo como en dirección. Como resultado se perciben objetos y ambiente cambiando gradualmente en tamaño, forma y configuración.
Definimos como respiración al estilo de distorsión que se caracteriza por manifestar al ambiente y los objetos como en constante contracción y expansión, de manera similar al movimiento pulmonar de un organismo vivo, dando la impresión de que las cosas respiran.
El derretimiento es el estilo visual en que la textura tanto de objetos como del ambiente parecen derretirse parcial o completamente. En grados de poca intensidad se presenta una gradual distorsión sobre las texturas de los objetos que dan la impresión de que se tambalean sutilmente hasta perder la integridad estructural. Este efecto incrementa hasta que se vuelve imposible ignorar que las líneas, las texturas y los colores entre objetos sólidos se derriten entre sí pareciendo distintos fluidos.
Los flujos parecen ser efectos visuales que ocurren solamente en las texturas, especialmente si se trata de texturas muy detalladas, complejas o de apariencia áspera. Las texturas parecen fluir como un río en una especie de bucle animado. Este efecto es particularmente evidente en madera o en el pelaje de los animales.


Cambios de color: Este efecto se define como el cambio de color a través de ciclos repetidos continuamente en movimiento fluido sobre la superficie de un objeto. Este efecto es particularmente fuerte y probable si hay objetos de colores muy vívidos o que contrastan mucho con el resto del entorno.


Tracers (rastros): Los tracers son definidos como la experiencia de reastros de diversos niveles y opacidades perceptibles tras el movimiento de objetos. Estos rastros se suelen manifestar como una estela del mismo color que el objeto en movimiento aunque a veces pueden tener color propio. Este efecto puede tener hasta cuatro niveles de intensidad, los cuales podemos diferenciar como sutil cuando deja una estela casi transparente que desaparece rápidamente, visible cuando la estela llega a un tamaño aproximado de la mitad de distancia que se ha movido el objeto pero no es muy nítida, intensa cuando los rastros parecen sólidos y opacos con bordes definidos y tardan en desaparecer, y el último nivel donde los tracers son tan intensos que prácticamente ocupan el campo visual entero y pueden ser producidos por el más mínimo movimiento del objeto e incluso del ojo, lo que dificulta la visión si no se está con la mirada fija en un ambiente sin movimiento.

Palinopsia: La palinopsia es el fenómeno que consiste en la percepción reiterada de imágenes a pesar no estar presente el estímulo visual original. Es normal que los usuarios de LSD reporten ver una superposición de imágenes tras el movimiento de un objeto que gradualmente se desvanece. Este efecto es similar a los tracers pero se distingue porque no deja una difuminación leve sino una estela de imágenes del objeto en movimiento.

Distorsión de la percepción de profundidad: Este efecto se define como la alteración sobre la percepción de la distancia de los objetos del campo visual. Durante este estado las distintas capas del ambiente pueden verse exageradas, sesgadas o reorganizadas por completo. Los objetos lejanos pueden parecer más cerca que los objetos próximos y viceversa. También puede verse afectado el ambiente completo pareciendo todo pequeño y distante o grande y cercano. Puede también perderse por completo el sentido de profundidad resultado en una imagen visual plana bidimensional.

Patrones ambientales: Los patrones ambientales son el efecto visual de  ver patrones geométricos en determinadas texturas o superficies como alfombras, nubes o vegetación. Estos patrones incrementan en complejidad geométrica dando lugar a formas particulares hechas del mismo material sobre el que se manifiestan. Estas estructuras son principalmente simétricas en la naturaleza pero también pueden aparecer fractales o patrones geométricos desorganizados.

Distorsión de la perspectiva: Este efecto visual puede ser un cambio sutil o extremo en la percepción de los tamaños y distancias de los objetos respecto al cuerpo del sujeto y se puede manifestar en relación a un objeto particular o al ambiente como totalidad. Las cosas pueden parecer más grandes de lo que son (macropsia), más chicas de lo que son (micropsia), más cerca de lo que en realidad están (pelopsia), o más lejos de lo que en realidad están (teleopsia).



Recursión: Este efecto visual se caracteriza por distorsionar parcial o completamente el ambiente tomando una sección del mismo y repetiéndolo una y otra vez sobre sí, acercándose o alejándose. Como consecuencia de este efecto, el campo visual se torna una imagen de fractales en movimiento hacia o desde el interior. Este efecto suele ocurrir de manera espontánea y dura pocos segundos.




Repetición simétrica de texturas:
Esta distorsión se caracteriza por la percepción espejada de una textura repitiéndose esta sobre sí misma de manera intrincada y simétrica. La superficie espejada mantiene el mismo nivel de detalle sin importar cuán cerca y detenidamente se la mire. Se suele manifestar en texturas desiguales como el pasto, las alfombras, las cortezas de los árboles o el asfalto.


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