Dosificación de LSD
A priori me gustaría realizar una distinción, tomada prestada
de Antonio Escohotado respecto a las alucinaciones y visiones, dado que resulta
relevante para estos casos y la terminología suele ser mal empleada, prestando
a confusiones. Para lograr la mayor
claridad posible me tomaré la libertad de citar el fragmento casi en su
totalidad. Dice el emérito:
“Suelen
conocerse como “alucinógenos” los fármacos de excursión psíquica, borrando así
diferencias decisivas en el efecto. Visión arranca de conceptos como el griego
theoreia, que significa contemplación y mirada a distancia. Alucinación, que se
define en los manuales como “percepción sin objeto”, tiene su raíz en
experiencias de perturbados sin drogas (vulgarmente conocidos como locos) […] Visión
y alucinación se distinguen por el grado de credulidad inducido en cada caso.
Usando ayahuasca, por ejemplo, [las formas y seres que se ven] dependen de
yacer tumbado en la oscuridad, libre de ruidos o voces inmediatas, y el sujeto
se sabe inmerso en una visión determinada, por mucha angustia o asombro que el
cuadro le produzca. Quien padece un delirium tremens alcohólico o de
tranquilizantes, en cambio, no sólo verá cocodrilos en su chimenea o arañas
bajo su piel, sino que tratará de tomar medidas acordes a una realidad
inmediata de tales percepciones, lanzando objetos contundentes contra el
adversario de la chimenea o rascándose hasta lacerar la piel. En un caso la
conciencia cree, admitiendo lo inaudito, y en otro se ve reducida, hasta el
extremo de actuar sobre la base de una credulidad ciega.”
Debemos entender
entonces que alucinógeno no es lo mismo que visionario. En el caso del LSD nos
encontramos sin lugar a dudas ante una sustancia visionaria.
A continuación se detallan los efectos que produce la dietilamida del ácido lisérgico según la dosis, expresada en microgramos. Nótese que los efectos son subjetivos y por tanto pueden variar de sujeto en sujeto, así como también los efectos de cada dosis varían según la susceptibilidad del sujeto ante la sustancia. Los detalles siguientes son el resultado aproximado de numerosos testimonios a lo largo de los años así como de cuantiosas experiencias personales que corroboran lo dicho en gran medida. Según cada dosis se detalla los efectos que surgen con la dosis correspondiente, dando por sentado que los efectos de dosis anteriores permanecen; es decir que con el aumento de las dosis los efectos no cambian sino que se suman, se potencian y se generan nuevos.
A continuación se detallan los efectos que produce la dietilamida del ácido lisérgico según la dosis, expresada en microgramos. Nótese que los efectos son subjetivos y por tanto pueden variar de sujeto en sujeto, así como también los efectos de cada dosis varían según la susceptibilidad del sujeto ante la sustancia. Los detalles siguientes son el resultado aproximado de numerosos testimonios a lo largo de los años así como de cuantiosas experiencias personales que corroboran lo dicho en gran medida. Según cada dosis se detalla los efectos que surgen con la dosis correspondiente, dando por sentado que los efectos de dosis anteriores permanecen; es decir que con el aumento de las dosis los efectos no cambian sino que se suman, se potencian y se generan nuevos.
Como aclaración pertinente he de decir que tanto el consumidor inexperto como aquella persona completamente ajena a los efectos de las sustancias visionarias llegarán a un punto en que la dificultad de comprender los efectos se tornará un obstáculo prácticamente ineludible siendo, además, que cualquier explicación, por más elaborada y minuciosa que sea, no podrá poner en palabras las experiencias más intensas producto de las dosis más elevadas. Llegado el punto los efectos escapan a todo lo que conocemos y concebimos como posible, especialmente cuando se pasa a un plano espiritual, por lo que no enfatizaré tanto en este tipo de efectos (los ocurridos en otras dimensiones existenciales) y haré mi mejor esfuerzo por explicar aquello que se encuentre en la posibilidad de la palabra. Pido que se comprenda que, siendo siempre la palabra una representación, no se podrá sortear la limitación que representa la representación de lo irrepresentable.
20 Mcg- Con esta dosis uno puede encontrarse en el umbral de la experiencia. Los efectos son muy leves y no generan un impacto aparente en la conducta, no aparecen efectos alucinógenos ni visiones de ningún tipo, la mente permanece imperturbada. Puede sentirse un suave subidón corporal, como si el cuerpo fuese más liviano que de costumbre y se puede reconocer el cuerpo propio con cierto grado de extrañez. Es posible que asome una ligera euforia, el estado de ánimo mejore y se esté más predispuesto a realizar actividades de diversa índole, especialmente lúdicas. No obstante, éste no siempre es el caso y tampoco resulta realmente evidente sino que muchas veces está relacionado a una autosugestión y a la predisposición del consumidor previa al consumo.
40 Mcg- En esta dosis el umbral aún no es atravesado, los
efectos anteriormente relatados se acentúan notoriamente. Aunque algunos ya pueden
empezar a declarar la aparición de efectos visuales rara vez se manifiestan en
una dosis de este tipo. La percepción del cuerpo se ve alterada, se puede
sentir con mayor intensidad la respiración propia, notar la circulación de la
sangre por el cuerpo y muy a menudo los usuarios reportan deseos de sentarse o
recostarse. Las bocanadas de aire suelen resultar placenteras siendo que dan
lugar a un escaneo general del cuerpo y permiten una relajación aguda. Rara vez
se produce ansiedad, malestar o disgusto por los efectos. Estos síntomas pueden
deberse a un rechazo hacia el nuevo estado, generalmente motivado por miedo a
lo desconocido o por mero rechazo a la sensación de intoxicación. Más raro aún
en esta dosis son las náuseas, normalmente producto del rechazo recién
mencionado, como intento del cuerpo por purgarse. Casualmente el vómito es la
salida más recomendada pues no genera un malestar sino la sensación de descarga
y purificación, tras la regurgitación el sujeto no vuelve a presentar náuseas.
Es también aconsejable comer liviano o directamente saltearse comidas previas a
la sesión psicodélica para evitar este tipo de cuadros, teniendo en cuenta que
el hambre no será un inconveniente pues el apetito desaparece bajo los efectos
de la sustancia.
60 Mcg- Nos encontramos aquí a la dosis típica del blotter de
mala calidad, el más común y fácil de conseguir, usualmente económico y vendido
por vendedores descuidados que no se ocupan de mantenerlo en óptimas
condiciones, por lo que termina perdiendo calidad. Esta dosis es lo que muchos
experimentan tras el consumo de un cartón regular. El subidón corporal se
acentúa fuertemente y resulta muy perceptible desde el principio, siendo de los
primeros efectos notables, aunque después pasa a un segundo plano o queda muy
relegado en la percepción dado la aparición de nuevos efectos. La sensación
corporal es un tanto complicada de describir, el estómago puede sentirse medio
revuelto durante las primeras horas, el cuerpo parece no pesar ni por asomo su
peso usual, las piernas pueden sentirse extrañas y aletargadas por lo que es
muy normal que alguien quiera sentarse o recostarse y luego no quiera salir de
la comodidad encontrada en el letargo, las manos pueden temblar en mayor o
menor medida. En ocasiones se da el caso contrario; el sujeto experimenta la
necesidad de estar en movimiento y gusta de caminar, ya sea recorriendo las
calles, un parque o la misma habitación en que se encuentra, trazando un
recorrido que le lleva a ningún lado. Algunos usuarios reportan la sensación de
quedar chicos dentro del cuerpo, como si se les estuviese oprimiendo y recurren
a aflojarse la ropa, por lo que es recomendable usar ropa cómoda desde el
comienzo. Otros reportan sentirse sumergidos en agua. La visión periférica
parece aumentar, los colores adquieren una intensidad mayor y las luces se
vuelven más brillantes, lo cual esté probablemente relacionado con la
dilatación de las pupilas (esto es simple suposición). La música suena
diferente y genera un especial interés pues pasa a tener un impacto directo
sobre el estado de ánimo aunque puede obviarse y quedar relegada por la
situación en la que se esté. En esta dosis los efectos comienzan a durar
bastante más que en dosis más bajas. La experiencia suele ser gratificante y es
realmente extraño que alguien reporte malestar pues no se está tan distanciado
del estado de consciencia regular como para generar sopor o miedo. Por esta
misma razón esta dosis no es generalmente considerada un “viaje” en sí sino una
noción superficial de algunos efectos psicodélicos.
90 Mcg- Los colores se vuelven brillantes y surgen nuevos
efectos visuales. Todas las superficies adquieren propiedades; se las percibe levemente
vibrando, doblándose, moviéndose o respirando. Estos efectos se acentúan o
disminuyen según la forma de la superficie, los juegos de sombras y los
patrones que presente la superficie en sí. Una pared lisa pintada de blanco
probablemente presente menos movimiento que una mesa de madera con vetas. Los
pensamientos toman un tinte diferente, se puede notar un cuestionamiento
constante sobre las cosas, afloran numerosos recuerdos, algunos de los cuales
no se tenía siquiera noción. Son varios los casos en que el consumidor clama
tener acceso a muchísimos recuerdos de la infancia y rememora cosas que había
olvidado hacía ya mucho tiempo. Los pensamientos toman velocidad, a veces
resulta difícil comunicarse por no poder hablar con la misma rapidez en que
fluyen las ideas, dando lugar a confusiones entre lo que se dice y lo que se
piensa por ser dispares y quedándose en el medio de una frase sin recordar a lo
que se quería llegar o sin poder introducir al interlocutor a la conclusión
arribada tras unas enorme cadena de ideas. La memoria a corto plazo se ve
afectada ya en esta dosis por lo que es recurrente que se den patrones de
pensamiento repetitivos y se confundan eventos recientes. Un efecto para nada
extraño en esta dosis es repetir mentalmente conversaciones ocurridas hace poco
tiempo durante los momentos de silencio o directamente imaginarlas perdiendo
noción de si las conversaciones vienen de dentro o si se trata de
conversaciones que realmente están ocurriendo. En cualquier caso esto no genera
un malestar ni inconveniente de ningún tipo y es fácil de verificar despejando
las dudas. El acelerado proceso de los pensamientos se ve acompañado de una
notable consciencia de todo lo que sucede y rodea al sujeto. La persona bajo
los efectos de esta dosis se percata con creces de todo lo que sucede a su
alrededor y puede incluso llegar a ocupar su atención en varias cosas
simultáneamente.
110 Mcg- Nos encontramos aquí a la dosis usual de un blotter
de alta calidad. Los efectos visuales se vuelven mucho más evidentes. El campo
visual puede adquirir varias capas y a veces llega a notarse como una capa
superpuesta a otra, algunas capas del campo visual se ven como onduladas y en
constante movimiento, incluso por sobre el movimiento de las superficies. Las
superficies pueden adquirir nuevas características, sea cual fuere la forma.
Sobre un mueble, una pared, el piso, el techo e incluso la ropa pueden
percibirse patrones geométricos y hasta patrones dibujados de culturas
antiguas. No es raro que el sujeto manifieste encontrar patrones mayas,
aztecas, egipcios, celtas, greco-romanos, entre otros. El tiempo pasa a ser
percibido de múltiples formas, la noción del tiempo se pierde fácilmente aunque
no genera esto cambios significativos en la experiencia. La música adquiere una dimensión antes
desconocida. Las cosas se sienten –a veces incluso se ven claramente- vibrar con
una frecuencia determinada. La música pasa a ser el centro de atención,
dominando todo a su paso. Las vibraciones de la música se vuelven perceptibles
e identificables e imponen ritmo y patrones al resto de los efectos. Uno mismo
puede sentirse vibrando súbdito de la música, en pura emoción. Al cerrar los
ojos comienzan a aparecer figuras de colores en movimiento tras un fondo negro
que se intensifican mientras más se mantiene el sujeto concentrado en ellos con
los ojos cerrados.
150 Mcg- Encontramos en esta dosis el máximo a lo que puede
apuntar una persona sin mucha experiencia sin verse sobrepasada por la
intensidad del viaje. Esta dosis suele darse tras el consumo de un cartón y
medio o dos de relativa calidad. Los efectos son prácticamente los mismos que
con 110 microgramos pero se profundizan incrementando notablemente su potencia.
200 Mcg- Aquí es donde la experiencia puede tornarse
particularmente poderosa. La cabeza gana una velocidad increíble tras una
pronunciada aceleración desde el comienzo de los efectos. Las cosas reflejan la
luz que les impacta y se pueden percibir colores en cada halo de luz reflejado
por lo que parece que las cosas irradian color y energía quedando el sujeto
siempre embelesado por tal efecto visual. Las cosas producen un placer estético
antes inaudito, el simple hecho de contemplar genera una reacción emocional e
intelectual impensada. Los efectos visuales a ojos cerrados se vuelven
contundentes, las imágenes se tornan vívidas y el movimiento de los colores de
manera geométrica se presenta hipnótico, hermoso e infinito, sin embargo uno no
queda necesariamente inmerso en lo que ve a ojos cerrados sino que lo distingue
como un nuevo campo visual. Las visiones tienen infinitas variantes por lo que
se vuelve imposible detallarlas en su totalidad. Para un novicio esta dosis es
simplemente demasiado alta aunque un viajero experimentado puede sacarle
muchísimo provecho e, incluso, manejarla con tranquilidad. Los pensamientos se
vuelven increíblemente profundos y reveladores, parecen ir mucho más allá de
uno y se hacen conexiones nuevas entre conceptos. Todo lo aprendido, lo tenido
como cierto, todo ápice de realidad es sometido a juicio, todo es cuestionado y
a cada pensamiento se le busca una vuelta, toda “verdad” puede derrumbarse en
cualquier momento. La autocrítica suele ser inevitable, la introspección se da
con gran fuerza, especialmente en los momentos de silencio o soledad. Muchas
personas pasan a sentir vergüenza de sí mismos, teniendo largas conversaciones
en sus cabezas y reevaluando conductas y objetivos. Estas experiencias suelen ser críticas en el
sentido de ser un punto de inflexión. Suelen ser experiencias enormemente
realizadoras, mucha gente encuentra espiritualidad y genera un gran cambio en
su vida a raíz de estos viajes. Esta dosis ya tiene el poder de repercutir
significativamente en la persona por lo que nunca debe llegarse a esta cantidad
sin una adecuada preparación y la debida experiencia, de forma que no repercuta
negativamente.
He de hacer una aclaración personal en este punto. Personalmente no conozco un solo caso en que este tipo de experiencias hayan repercutido negativamente en la vida del consumidor, en el peor de los casos la persona volvió a ser tal cual era antes de consumir la sustancia pero con una gran experiencia en su cuenta, sin que esta cambie en absoluto su manera de ser. He atestiguado, no obstante, gente cuya vida a tomado un rotundo giro tras la experimentación con estas dosis e incluso más elevadas y siempre para bien. Un cercano amigo cambió enormemente sus hábitos, asumió todas las responsabilidades de las que había huido hasta entonces, optó por una dieta balanceada y saludable, una rutina de ejercicio físico y lleva mucho tiempo manteniendo iniciativa y predisposición tras haber padecido una profunda depresión y desprecio hacia sí mismo tras, en sus palabras, “encontrar un amor incondicional para consigo mismo”. Yo mismo, en diversas experiencias, impulsado por la excursión psíquica he superado una gran cantidad de miedos y trabas autoimpuestas, he adoptado hábitos saludables en detrimento de otros nocivos, he superado mi procrastinación, asumido responsabilidades a las que me negaba sin saberlo y he notado un enorme crecimiento personal a raíz de experiencias tan intensas como provechosas. Esto no quiere decir, de ninguna manera, que las experiencias con repercusión negativa no existan. Personalmente creo que con la debida preparación son siempre evitables y definitivamente son siempre las menos.
He de hacer una aclaración personal en este punto. Personalmente no conozco un solo caso en que este tipo de experiencias hayan repercutido negativamente en la vida del consumidor, en el peor de los casos la persona volvió a ser tal cual era antes de consumir la sustancia pero con una gran experiencia en su cuenta, sin que esta cambie en absoluto su manera de ser. He atestiguado, no obstante, gente cuya vida a tomado un rotundo giro tras la experimentación con estas dosis e incluso más elevadas y siempre para bien. Un cercano amigo cambió enormemente sus hábitos, asumió todas las responsabilidades de las que había huido hasta entonces, optó por una dieta balanceada y saludable, una rutina de ejercicio físico y lleva mucho tiempo manteniendo iniciativa y predisposición tras haber padecido una profunda depresión y desprecio hacia sí mismo tras, en sus palabras, “encontrar un amor incondicional para consigo mismo”. Yo mismo, en diversas experiencias, impulsado por la excursión psíquica he superado una gran cantidad de miedos y trabas autoimpuestas, he adoptado hábitos saludables en detrimento de otros nocivos, he superado mi procrastinación, asumido responsabilidades a las que me negaba sin saberlo y he notado un enorme crecimiento personal a raíz de experiencias tan intensas como provechosas. Esto no quiere decir, de ninguna manera, que las experiencias con repercusión negativa no existan. Personalmente creo que con la debida preparación son siempre evitables y definitivamente son siempre las menos.
250 Mcg- Esta es la dosis con que Albert Hoffman, creador del
LSD, se administró a sí mismo el 19 de abril de 1943 con el fin de incursionar
en sus efectos, experiencia excelentemente documentada y disponible para
cualquiera que desee investigar sobre ella. El pico de esta dosis puede ser extremadamente
intenso y a medida que se “baja” la experiencia suele volver progresivamente
más amena. La música puede marcar una diferencia abismal en un viaje de este
nivel y la música adecuada puede llegar a causar una enorme cadena de descargas
emocionales que varían desde las lágrimas más desgarradoras hasta fuertes
carcajadas durante extensos períodos de tiempo. Tal es la descarga y la
liberación posterior que el cuerpo puede quedar temblando del cansancio
provocado por la risa. Los efectos a ojos cerrados comienzan a ser ya
indescriptibles, se trata de figuras, colores y patrones de altísima
intensidad, uno puede encontrarse de todo y las visiones suelen seguir cierto
hilo conductor, completando alguna historia y refiriéndose a alguna idea
subyacente al viaje que se venía arrastrando previamente. Pueden aparecer entes
autónomos con los cuales se llega hasta dialogar y si se le dedica tiempo la
inmersión en las visiones puede ser total, de la misma forma que uno se sumerge
en el sueño pero con todas las características lisérgicas.
300 Mcg- Con esta dosis ya se está entrando a un terreno
pesado, aunque para muchos esta dosis no se considera aún una dosis fuerte o
alta. Los efectos son muy parecidos a los que se dan en los 250 microgramos
pero con mayor intensidad. Aquí es donde muchos prefieren marcar la línea pues
sería el límite entre experiencias intensas y experiencias realmente inefables,
que bien podrían pertenecer a otro mundo y de las cuales se torna engorrosa su
explicación.
400 Mcg- La mayoría de los psiconautas nunca llegarían tan
lejos a no ser de estar completamente seguros de la pureza del ácido en
cuestión además de tener la certeza de querer llegar a niveles tan lejanos de
exploración psíquica. Esto no quiere decir que haya pocos testimonios pues, si
bien no son muchos quienes se animan a llegar hasta acá, quienes lo hacen
suelen tener un gran nivel de curiosidad o deseos de exploración directamente
relacionados con el conocimiento de aquello trascendental por lo que
generalmente se dedican a documentar sus experiencias tras el viaje con el fin
de comunicarlo y prestarlo a un mayor análisis. En estos estados la sinestesia
es bastante común. Los estímulos se vuelven tan intensos que no alcanza con un
solo órgano perceptual para analizar el estímulo en cuestión, por lo que el
cerebro toma prestadas otras formas de interpretación, mezclando los sentidos.
Pueden así verse los sonidos o escucharse los colores. Los efectos visuales
alcanzan niveles mucho más intensos y los patrones y colores aparecen por todos
lados, incluso en el aire. Toda esta interpretación del mundo, en color y en
formas, resulta de una belleza elevada y siempre son comentadas con júbilo por
quienes las experimentan. Ante tal placer estético, por ejemplo al poder ver la
música en colores y movimiento en el aire, los viajeros pueden llegar a
segregar lágrimas en un intento de descarga emocional por lo que se está
experimentando. El tiempo pasa a ser
ahora un concepto extremadamente extraño, la percepción temporal se ve tan afectada
que pierde por completo el sentido. Tras un análisis sobre la infinitud del
universo, los ciclos vivenciales, la experiencia del presente, el derrumbado
velo de la idea del pasado y del futuro, sumado a experiencias
transdimensionales con los ojos cerrados y un acercamiento hacia la figura de
lo eterno, muchos claman realmente comprender la inexistencia del tiempo. Un
factor común es el literal congelamiento del tiempo que se da en los llamados
“momentos de eternidad”, donde el tiempo cesa todo tipo de existencia,
incluidas la conceptual y la simbólica, y el viajero se siente uno con el
universo, gozando de su eternidad. Esta dosis es altamente letárgica, el
movimiento corporal se vuelve difícil y molesto y prima todo el tiempo la
necesidad de reposar en un lugar cómodo. El hecho de desplazarse no sólo genera
molestia sino que también provoca una desorientación aguda, producto de un
campo visual altamente estimulante para todos los sentidos, dando el movimiento
un profundo estado de saturación. A partir de esta dosis se reporta una
increíble noción del propio estado de ánimo y el sujeto puede interactuar con
sus emociones de una forma impensada dado un contacto directo con las. Es muy
usual escuchar o leer que estas dosis provocan profundos cambios en la vida de
quien la ha experimentado o, a lo sumo, profundas reflexiones respecto a
diversos temas. La sugestión en estos estados alcanza ya un nivel supremo,
cualquier estímulo externo puede tener un profundo impacto en las emociones,
las cuales fluctúan sin estabilidad alguna y gozan de una intensidad muchísimo
mayor al estado de sobriedad. Por esto es extremadamente importante encontrarse
en un ambiente controlado, cómodo y
familiar y es siempre recomendable que haya una persona sobria de confianza que
pueda dirigir el viaje hacia emociones positivas, ayudar brindando contención,
y disponer de cualquier cosa que el viajero necesite siendo que éste se
encontrará en un estado de parálisis cuya interrupción genera malestar; además
de, por supuesto, ocuparse de cualquier eventualidad o potencial riesgo.
500 Mcg- Tanto las visiones como los efectos visuales toman
una fuerza superior a todas las dosis anteriores, todo el campo visual se ve
colmado de movimiento, brillo, color y patrones de todo tipo. Los objetos
suelen perder el contorno y fusionarse unos con otros. Los efectos con los ojos
cerrados tienen una potencia impresionante, con cerrar los ojos alcanza para
quedar sumido en un mundo etéreo de pura energía, un mundo de luz, color,
movimiento y belleza plena. Es en esta dosis donde se suele dar la destrucción
completa o la fragmentación del ego. Progresivamente el sujeto cede ante la
experiencia hasta encontrarse en pleno placer existencial, dejando de
percibirse como individuo y perdiendo cualquier clase de pensamiento. La
concepción de uno mismo se pierde en un punto cúlmine de gloria y brío. El
psiconauta puede llegar a un punto que suele reconocerse como la energía pura,
un poder total, infinito, inmutable e inmortal, aquello que uno todo y a la vez
es todo y puede sentir ese poder en la medida que deja de ser sí mismo. En
pleno éxtasis el sujeto pasa a ser todo lo que existe, a llenarse de un poder
divino inimaginable y adquirir una paz completa. De repente cualquier
contradicción, cualquier malestar, cualquier idea, cae, se desvanece y da lugar
a un universo pleno y ordenado dentro de uno. Para llegar a este estado el
viajero debe enfrentar lo que parece su propia muerte, relajarse y asumir que
su viaje lo lleva a esa luz o poder absoluto. Se pierden todas las ataduras a
un mundo carnal que parece ilusorio, un mal chiste, un lugar limitado en el que
se permanece engañado y dormido, privado de la plenitud de la existencia misma.
Eventualmente se vuelve de forma esporádica al cuerpo con una paz completa sintiéndose
realizado y llevando la conclusión que cada uno pueda tener tras semejante
experiencia. A ojos abiertos los objetos adquieren nuevas dimensiones, las
cosas saltan a la vista dejando rastros de colores y brillo, la luz se ve como
energía y puede distinguirse en el aire. La “realidad” ya parece algo
enormemente lejano. Las cosas pueden
comunicarse con uno y casi toda comunicación verbal es imposible durante el
pico. El campo visual parece adquirir kilómetros y kilómetros de profundidad.
La visión de todas las cosas se ve continuamente envuelta en patrones
geométricos, fractales de muchísimos colores que se repiten sucesivamente
siendo unos productos de otros. Los patrones pueden variar entre muchas formas,
ya sean espirales, fractales, movimientos ondulares, dibujos de culturas
antiguas, conjuntos de Mandelbrot, entre otros. Fijar la vista en un punto
determinado puede significar irse hasta los confines de lo eterno. Se pueden
sentir emociones contradictorias simultáneamente. Es en esta dosis donde los
viajeros más intrépidos y experimentados suelen decidir trazar la línea de su
excursión.
700 Mcg- En estas dosis se vuelve aún más complicada
cualquier explicación dada su lejanía de los conceptos con los que estamos
familiarizados. En las dosis de 700 microgramos en adelante son comunes las
experiencias en tercera y hasta cuarta persona, donde el sujeto se ve a sí
mismo desde fuera e incluso puede llegar a percibirse percibiéndose a sí mismo.
Así también son comunes los fenómenos de percepción extrasensoriales, es decir,
el proceso y adquisición de información por otra vía que los sentidos
conocidos. Los mismos sentidos parecen mezclarse entre ellos y romper múltiples
barreras. Es muy común encontrarse frente a visiones relacionadas con diversas
cultures, encontrándose así con simbología propia de los hindúes, aztecas,
mayas, nativo-americanos, indios e incluso africanos. A partir de esta dosis la
administración de una cantidad más elevada de la sustancia se vuelve menos
significante puesto que los efectos son bastante similares aunque aumentan en
potencia.
1000 Mcg- La mayoría de la gente nunca llegaría hasta esta
instancia tan alta. Solamente algunos chamanes y aquellos que buscan seriamente
la excursión psicodélica se animarían a emprender un viaje de este tipo.
Básicamente no se puede ver nada excepto efectos visuales, las cosas dejan de
distinguirse y se pasa a ver puro movimiento y geometría. La mente en su
totalidad se encuentra infinitamente conectada con la consciencia a la vez que
con el entorno externo. Esta dosis simplemente paralizaría del miedo durante
horas a cualquiera que no tuviese suficiente experiencia y preparación. Algunas
personas que llegan a este estado quedan convencidas de que están muriendo y
terminarían llamando a emergencias si pudiesen distinguir los números en el
teléfono.
1500 Mcg- Muy pocas personas han llegado a consumir tal
cantidad de LSD, por lo que la documentación y los testimonios son muy escasos.
No obstante, de los testimonios aún podemos rescatar algo y cabe imaginar la
intensidad de esta dosis. Se debe remarcar que para algunas personas el riesgo
psicológico con esta dosis es inmenso.
Los sujetos dejan de percibir completamente la separación entre un objeto y otro. Se reporta que no se puede ver ni la propia mano enfrente de la cara, absolutamente todo es efecto visual. Tanto el ámbito cognitivo como el visual se ven bañados por una intensa luz. Algunas personas olvidan respirar con frecuencia y no es raro que la persona quede inconsciente poco después de ingerida la dosis. El ego se pierde completamente y se produce un encuentro con las mayores deidades imaginables, reportados como los organizadores del conocimiento moradores del lugar sin consciencia. Estos seres son millones de veces más inteligentes que los seres humanos, se ha llegado a decir que se trata de una neurología autoconsciente, sea lo que fuere que signifique. Se trata de los matemáticos detrás de la consciencia e incluso detrás de los efectos visuales. La desconexión con el mundo visual es total, los sentidos directamente dejan de funcionar en su forma habitual, el sujeto se funde completamente con el espacio y con todos los objetos del universo, despojado de su noción de sí mismo. La pérdida de realidad se vuelve tan severa que desafía cualquier explicación. Los anteriores niveles pueden ser relativamente explicados de alguna u otra forma, aunque nunca en su totalidad, siendo que son cambios perceptuales y patrones de pensamiento pero la dificultad de definir este nivel radica en que todo el universo conocido cesa su existencia. Algunos claman alcanzar el Nirvana directamente.
Los sujetos dejan de percibir completamente la separación entre un objeto y otro. Se reporta que no se puede ver ni la propia mano enfrente de la cara, absolutamente todo es efecto visual. Tanto el ámbito cognitivo como el visual se ven bañados por una intensa luz. Algunas personas olvidan respirar con frecuencia y no es raro que la persona quede inconsciente poco después de ingerida la dosis. El ego se pierde completamente y se produce un encuentro con las mayores deidades imaginables, reportados como los organizadores del conocimiento moradores del lugar sin consciencia. Estos seres son millones de veces más inteligentes que los seres humanos, se ha llegado a decir que se trata de una neurología autoconsciente, sea lo que fuere que signifique. Se trata de los matemáticos detrás de la consciencia e incluso detrás de los efectos visuales. La desconexión con el mundo visual es total, los sentidos directamente dejan de funcionar en su forma habitual, el sujeto se funde completamente con el espacio y con todos los objetos del universo, despojado de su noción de sí mismo. La pérdida de realidad se vuelve tan severa que desafía cualquier explicación. Los anteriores niveles pueden ser relativamente explicados de alguna u otra forma, aunque nunca en su totalidad, siendo que son cambios perceptuales y patrones de pensamiento pero la dificultad de definir este nivel radica en que todo el universo conocido cesa su existencia. Algunos claman alcanzar el Nirvana directamente.
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