Efectos físicos del LSD


Efectos físicos del LSD

Ya hemos visto, en anteriores entradas, cómo se comporta la dietilamida del ácido lisérgico en el cerebro y en nuestro cuerpo. Siempre hablando de en un  nivel  químico, observable y objetivo.
Los efectos subjetivos del LSD pueden desglosarse en varios tipos que se intensifican progresivamente de manera proporcional a la dosis. En comparación con otros psicodélicos como los hongos psilocibios, la ayahuasca o la LSA, el LSD es significativamente más estimulante tanto en efectos físicos como cognitivos.

A diferencia de los efectos objetivos, observados empíricamente en diversos estudios, los efectos subjetivos listados a continuación son recopilados en base a cuantiosos testimonios tanto de pacientes como investigadores. Cabe aclarar que las descripciones presentadas son necesariamente orientativas y que en una experiencia es extremadamente difícil experimentar el rango completo de efectos, experimentando cada vez más con el aumento de la dosis.

Listado de efectos físicos:


Estimulación: El LSD es reconocido como una sustancia que aumenta los niveles de energía física sin ser forzado. Es usual que los usuarios se sientan motivados a realizar actividades físicas como correr, caminar o bailar. Esto en contraposición a otras sustancias del mismo estilo como los hongos mágicos que suelen ser más sedativas y sedentarias. Siempre se debe considerar, de todas maneras, el set y setting puesto que el ambiente y el estado anímico también pueden predisponer al sujeto a una actividad física o al letargo contemplativo.

Sensaciones corporales espontáneas: El efecto corporal del LSD se suele comportar como una sensación de hormigueo de rápido movimiento generalizado o con una ubicación específica que puede ir visitando todo el cuerpo generando euforia. Para algunos se manifiesta espontáneamente en diferentes e impredecibles puntos del viaje pero para la mayoría mantiene una presencia continua que comienza con los primeros efectos y llega a su punto cúlmine alcanzado el pico. En dosis moderadas o altas muchos usuarios reportan que esta cuando esta sensación llega a su nivel más alto puede volverse tan placentera que inmoviliza al sujeto. Cabe mencionar que los efectos de euforia física no se manifiestan con la misma claridad y seguridad que con sustancias estimulantes o entactógenos y pueden manifestarse como incomodidad física sin razón aparente. La estimulación y la energía que produce el LSD muchas veces pueden llevar al sujeto a sentir el cuerpo impresionantemente liviano.
Aumento del tacto: Las sensaciones de tacto aumentado son consistentes en dosis moderadas. En meditaciones profundas o estados de concentración en los efectos corporales es común una intensa sensación de volverse consciente y capaz de sentir cada una de las terminaciones nerviosas del cuerpo entero en un mismo momento.

Cambios en la percepción de la formas del cuerpo: Este efecto suele estar acompañado de una sensación de fervor o unidad y usualmente ocurre durante o después del pico. Los usuarios pueden sentir que son parte de otros objetos o que se unen físicamente con otro objeto para formar uno nuevo, indefinido. Este efecto se reporta como una experiencia pacífica y cómoda.  
Supresión de regulación de temperatura: Este efecto puede definirse como la inhabilidad de mantener una temperatura normal. Como resultado se dan sensaciones de constante fluctuación entre tener un incómodo frío y un calor incontrolable. Esta incomodidad del cuerpo rara vez afecta el estado de ánimo o el curso de la experiencia.

Incremento de la temperatura corporal: En dosis muy altas y determinadas condiciones se pueden llegar a estados de calor excesivo potencialmente peligrosos. Es recomendable monitorear la temperatura corporal y ser cuidadoso cuando se ingiere LSD en un ambiente caluroso o atestado de gente.

Náusea: Ocasionalmente se reporta una leve náusea cuando se consumen dosis moderadas. Esta sensación se termina cuando el usuario vomita o bien se desvanece gradualmente cuando se está llegando al pico.

Aumento de control corporal: Este efecto puede ser descripto como la sensación de adquisición de habilidad para controlar con gran precisión, equilibrio, destreza y coordinación las funciones del cuerpo, como un control preciso sobre una mayor variedad de músculos.

Aumento de resistencia (estamina): Si bien este efecto es leve en comparación con los estimulantes tradicionales se suele reportar un menor agotamiento en cualquier tipo de tarea y la eliminación de toda sensación de cansancio.

Supresión del apetito: Los usuarios regularmente reportan una distintiva disminución del sentido del hambre y el apetito que resultan en un reducido o nulo deseo de comer.

Deshidratación: En contadas ocasiones se reporta una incómoda sequedad de boca y sed general resultante de una pobre administración previa de agua.

Dificultad para orinar: La retención urinaria puede deberse a sensaciones dolorosas de calor en la uretra o una pérdida de control sobre la vegija que previene o inhibe orinar. Este efecto no es usual y en muchas ocasiones se da justamente el caso opuesto, en que el usuario orina en repetidas ocaciones con gran placer al excretar.

Aumento de presión sanguínea y de ritmo cardíaco: Estos efectos son propios de estas sustancias y rara vez llegan a rangos preocupantes, desaparecen gradualmente pasado el pico.
Aumento de sudoración: Este efecto se da por el aumento de temperatura corporal o como respuesta a estímulos durante el viaje.

Contracciones musculares: Estos efectos suelen describirse como la experiencia de movimientos involuntarios, contracciones o temblores. Estos movimientos son usualmente espontáneos aunque también pueden sentirse como intrínsecamente estructurados alrededor de la corriente de pensamientos del sujeto.  

Espasmos musculares: Es normal que los usuarios describan sensaciones de temblores pequeños y localizados en determinados grupos musculares. Estas vibraciones suelen ser suficientemente poderosas como para observarlas en la piel. En determinados contextos las sensaciones inducidas pueden ser incómodas pero generalmente son neutras a la experiencia.

Bostezo excesivo: Suele darse durante la experiencia la repetición frecuente de bostezos espontáneos a pesar de la falta genuina de sedación o sueño. Suele estar acompañado de un incremento en la salivación. Este efecto es significativamente menor que el producido por triptaminas como la psilocibina.

*Para evitar bostezos excesivos, contracturas, calambres, espasmos y contracciones es recomendable consumir un suplemento de magnesio previo a la sesión*

Dilatación de las pupilas: Las pupilas se agrandan más allá de las condiciones lumínicas, incluso en ambientes con mucho brillo permanecen de gran tamaño.

Aclaración pertinente- en muy contadas ocasiones se han dado casos de ataques epilépticos. Si bien es extremadamente raro estos episodios han ocurrido en sujetos con predisposición a ellos en condiciones físicas y ambientales demandantes como la deshidratación, desnutrición, calor excesivo y extrema fatiga.

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